Redes sociales y salud mental

Probablemente, estés leyendo esta nota desde tu teléfono o bien, lo tengas cerca, en un lugar visible, al alcance de la mano. Y si de predicciones vamos a hablar, también es probable que en ese teléfono tengas al menos una red social. Hoy el 80 % de las personas de entre 16 y 70 años usa redes sociales. Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, WhatsApp y las nuevas redes que van apareciendo vinieron a nuestra vida para quedarse y lograron convertirse en una herramienta de interacción humana. 

A través de las redes sociales nos relacionamos con amigos, compañeros de trabajo, clientes, acortamos las distancias personales y profesionales. Las redes sociales nos permiten ver cómo viven los otros, qué hacen en su tiempo libre y, en algunos casos, hasta qué piensan y qué sienten. Sin embargo, diversos estudios dan cuenta de que el uso asiduo de redes sociales contribuye al aumento de síntomas y problemas de salud mental. 

¿Qué síntomas y problemas de salud mental pueden generar las redes sociales?

Cuando una persona pasa mucho tiempo expuesta a los contenidos de las redes sociales puede generar alguno de estos síntomas: 

  • Ansiedad y FOMO (fear of missing out): las personas que presentan problemáticas para controlar el uso de las redes sociales experimentan síntomas de ansiedad por la necesidad de estar conectados constantemente y mantenerse actualizados de lo que sucede a su alrededor. El FOMO es un síndrome relacionado exclusivamente con las redes sociales, el nombre viene del acrónimo en inglés de “miedo a perderse algo”. El FOMO es la angustia que algunos usuarios presentan por el temor a no enterarse de informaciones o eventos, al parecer, trascendentales. Este tipo de miedo a la exclusión social, que siempre ha existido, puede causar frustración.

  • Trastornos del sueño: el uso desmedido de redes sociales está asociado con un incremento en la aparición de trastornos de sueño. La luz de los dispositivos electrónicos afectan al cerebro, produciendo insomnio. 

  • Acoso: el bullying cibernético o ciberbullying es cada vez más frecuente entre los jóvenes. Las redes sociales se han convertido en un espacio donde muchos, bajo el ala del anonimato, descargan sus sentimientos de rechazo u hostilidad hacia otras personas.

  • Aislamiento: muchas veces por estar al tanto de lo que sucede en las redes sociales dejamos de prestar atención a quienes están a nuestro alrededor.

  • Baja autoestima: muchas personas usan las redes sociales como un parámetro para compararse con otros. Por ejemplo, estar pendientes de publicaciones de amigos o influencers que disfrutan de salidas o viajes pueden hacer sentir a las personas de que no tienen los mismos logros o considerar que lo que tienen no es suficiente generando una baja autoestima.

¿Cómo evitar los efectos negativos de las redes sociales para la salud mental?

El primer paso es reflexionar sobre su uso. Corroborar cuánto tiempo le estamos dedicando a estar en línea y prestar atención a aquello que consumimos. Estamos expuestos todo el tiempo a contenidos de otros y, en ese sentido, es válido parar y verificar qué estamos consumiendo. A veces no nos damos cuenta, pero esas personas/empresas/figuras que seguimos nos generan ciertas emociones: nos inspiran, nos motivan, nos hacen enojar, nos generan reproches internos. Y si aquello que nos genera no es algo positivo, sino más bien algo negativo, es hora de revisar nuestros hábitos. 

Un uso adecuado de las redes sociales puede ser una gran fuente de inspiración, creatividad y de apoyo social y emocional; pero cuando sentimos que el consumo se vuelve problemático es hora de actuar. Si sentís que necesitás ayuda, acudí a un profesional de la salud mental. 

 

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