Actividad física: por qué empezar hoy y crear un hábito

Para mantenernos saludables, hacer ejercicio de modo regular es tan importante como mantener una buena alimentación. A la hora de buscar un buen argumento para hacer actividad física, los beneficios claros y directos son dos: te vas a enfermar menos y vas a vivir más. 

Ahora bien, cabe destacar que no alcanza con hacer algo de caminata de vez en cuando. El ejercicio debe transformarse en una rutina diaria, porque de forma aislada e irregular resulta insuficiente para generar resultados duraderos en la salud. 

 Si sos de esas personas que necesitan muchos argumentos para convencerte de levantarte de la silla y poner el cuerpo en movimiento, acá van algunos motivos más. 

  • Ayuda a controlar el peso: el ejercicio desempeña un papel muy importante en el control del peso y la prevención de la obesidad. 

  • Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares: al hacer actividad física estamos fortaleciendo el corazón y mejorando la circulación de todo el cuerpo.

  • Ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre: el ejercicio ayuda a disminuir el azúcar en sangre y a que la insulina funcione mejor. Para quienes ya padecen de diabetes, hacer deporte ayuda a mantener bajo control la enfermedad. 

  • Mejora la salud mental y el estado de ánimo: al ponernos en movimiento el cuerpo libera sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y nos ayudan a sentirnos más relajados. Esto nos permite lidiar con el estrés y reduce el riesgo de depresión.

  • Mantiene la mente activa: el ejercicio estimula al cuerpo a liberar proteínas y otros químicos que mejoran la estructura y función del cerebro. 

  • Dormir mejor: hacer actividad física ayuda a conciliar el sueño de un modo más rápido y a permanecer dormido más tiempo.

¿Cómo hacer para que el ejercicio se vuelva un hábito?

  • Hacé pequeños cambios: para no empezar de golpe, una buena opción puede ser empezar con algunos cambios de hábito: elegir las escaleras en lugar del ascensor, dejar el auto un poco más lejos para caminar unas cuantas cuadras. Lo importante es empezar, una vez que veas los resultados que vas obteniendo, te vas a motivar a seguir haciéndolo. 

  • Buscá un compañero de aventura: tener con quién hacer ejercicio nos compromete más con la actividad y puede hacer que disfrutemos más del momento. También podés planificar actividades sociales que involucren el ejercicio o sumarte a un grupo o clase. 

  • Llevá un registro de tu progreso: mantener un registro de tu progreso te ayudará a establecer metas y permanecer motivado. 

  • Elegí una actividad física que te entretenga: mientras hacés ejercicio podés escuchar música o algún podcast que sea de tu interés. Tratá de ir variando los ejercicios que hacés o las rutas que tomás al momento de hacer actividad física, para que no sientas que es una rutina que te aburre. 

Es importante ser conscientes de que todos somos diferentes, y que cada persona debe buscar la actividad que mejor se adapte a sus características físicas, fisiológicas, edad y preferencias. El objetivo es siempre el mismo: movernos para sentirnos bien. 


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