Cáncer de mama: cómo reducir el riesgo

Octubre fue declarado por la Organización Mundial de la Salud como el mes rosa, con el objetivo de concientizar sobre la prevención y detección temprana del cáncer de mama.

El cáncer de mama se desarrolla cuando se genera por la multiplicación anormal y desordenada de las células en la mama. Puede producirse como resultado de diversos factores del estilo de vida, así como por la genética. Para esta enfermedad es fundamental la detección temprana, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90 % de probabilidades de ser curados.

Algunos factores de riesgo no pueden modificarse, por ejemplo los antecedentes familiares; pero sí hay hábitos que podemos adquirir que nos permitirán reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. Es decir, si bien el cáncer de mama es difícil de prevenir, existen algunas medidas que podemos tomar. Ahora bien, ¿cómo podemos disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama?

-          Reducir el consumo de alcohol: se recomienda no beber más de una bebida alcohólica al día, ya que incluso en pequeñas cantidades aumenta el riesgo.

-          Mantener una alimentación saludable: llevar una dieta baja en contenido graso y alta en frutas y verduras podría reducir las posibilidades de padecer algún tipo de cáncer, así como también, otro tipo de enfermedades como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.

-          Realizar actividad física: llevar una alimentación equilibrada y hacer actividad física nos ayuda a mantener un peso saludable y, por lo tanto, a prevenir diversas enfermedades, entre ellas el cáncer de mama.

-          Amamantar: la sugerencia es que aquellas mujeres que fueron madres recientemente ejerciten la lactancia materna, ya que esta actividad desempeña un papel importante en la prevención del cáncer de mama. Cuanto más tiempo se amamante, mayor será el efecto protector.

-          Realizar chequeos anuales: la mamografía es un estudio que permite diagnosticar de modo temprano la enfermedad, dando la posibilidad de ofrecer mejores posibilidades de cura. El examen clínico de mamas es un examen que realiza el médico al observar y palpar las mamas en búsqueda de nódulos u otra alteración.

      Es importante destacar que la presencia de nódulos no implica el desarrollo de un tumor. Por prevención, todas las mujeres mayores a 20 años deben realizarse un examen clínico al año.

  Las posibilidades de contraer cáncer de mama aumentan a partir de los 45 años, motivo por el cual, a partir de esta edad, se recomienda realizarse un estudio mamográfico por año. Ahora bien, esto no significa que mujeres menores a ese rango etario no deban hacerse mamografías. Cada mujer debe hablarlo con su médico para determinar a partir de qué edad y cada cuánto tiempo debe realizarse el estudio.

Los controles periódicos son el mejor método para prevenir esta enfermedad. Ante cualquier duda, lo mejor es consultarlo con tu médico de confianza.


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