MÉTODOS PARA DETECTAR EL CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama es uno de los cánceres más frecuentes entre las mujeres, aunque también puede presentarse en hombres. Este tipo de cáncer presenta una dificultad particular para su prevención porque es producto de distintos factores biológicos y estilos de vida. 

Para prevenir el cáncer de mama se puede disminuir o evitar ciertos hábitos que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad como no fumar, reducir el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol. Resulta importante evitar, en la medida de lo posible, las terapias de reemplazo hormonal no supervisadas por profesionales idóneos y la exposición excesiva a los rayos x. También, a modo de prevención, se deben realizar controles médicos con regularidad. 

Respecto a los métodos de detección del cáncer de mama existen varias opciones: el examen clínico de las mamas, la mamografía y otros estudios de diagnóstico por imagen que se usan en casos puntuales. Vamos a detallarlos uno por uno: 

Examen clínico de las mamas

Este examen forma parte de las prácticas de salud de rutina y se realiza en la visita al médico de cabecera o ginecólogo. Consiste en que el médico inspeccione las mamas y pezones y revise debajo de los brazos para ver si hay anomalías. 

Autoexamen de mamas: ¿sí o no? 

El autoexamen es una técnica muy difundida para la detección del cáncer de mama que consiste en que una mujer se revise las mamas buscando alguna anomalía (nódulos, durezas, cambios en la piel). 

A simple vista, el autoexamen puede parecer un método sencillo y al alcance de cualquier mujer. Sin embargo, esta técnica puede generar falsas alarmas relacionadas con los cambios hormonales de las mamas durante el ciclo menstrual normal. Además, el autoexamen no es capaz de detectar nódulos pequeños. Esto no quiere decir que las mujeres no deban prestar atención a sus mamas. Es importante que cada mujer conozca cuál es la fisonomía de sus mamas, para que esté atenta a cualquier cambio que pudiera requerir la atención médica, pero no reemplaza el control médico anual.

Mamografía

La mamografía es una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase temprana cuando todavía no presenta síntomas, es decir, cuando la lesión no es palpable. 

El cáncer de mama tiene mayor incidencia a partir de los 40 años por eso se recomienda que todas las mujeres a partir de esa edad se realicen un estudio mamográfico anual  junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. Esto no significa que las mujeres más jóvenes no deban realizarse mamografías. La decisión debe ser personalizada y de acuerdo a los antecedentes familiares de la enfermedad y factores de riesgo de cada mujer. 

Ecografía y resonancia magnética 

A parte de la mamografía, existen otros métodos de diagnóstico por imágenes, como la ecografía, que se usa en forma complementaria al estudio mamográfico, y la resonancia magnética que se emplea básicamente en mujeres con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas. Este tipo de estudios los solicita el médico en función de un análisis previo. 

Para ver los 8 mitos sobre el cáncer de mama, hacé clic acá.

Siempre recordá que es importante realizarse controles periódicos, y ante cualquier duda, lo mejor es consultarlo con tu médico de confianza. 

Anterior
Anterior

¿CÓMO PREVENIR LAS ALERGIAS CLIMÁTICAS?

Siguiente
Siguiente

8 MITOS SOBRE EL CÁNCER DE MAMA