¡Nos seguimos cuidando del Dengue!
En la actualidad, cerca de 500 millones de personas en América están en riesgo de contraer dengue. Se trata de una enfermedad endémica que se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado con uno de los cuatro serotipos del virus del dengue. Por lo tanto, es una afección que puede afectar a personas de todas las edades sin distinguir género ni estado de salud.
¿Cómo se transmite el dengue?
Se produce contagio cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas. Es importante saber que el contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
Los síntomas del dengue son fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor en los músculos y articulaciones y dolor detrás de los ojos; aunque la afección se puede transitar también como asintomática. Cuando la enfermedad comienza a afectar las vías respiratorias se comienza a tratar como un caso grave.
El dengue tiene un comportamiento estacionario, es decir, la mayoría de los casos en nuestro país ocurren durante la primera mitad del año en correlación con la época de clima más cálido y lluvioso.
Una de las formas de evitar el dengue es eliminar las posibilidades de reproducción de los mosquitos. Para esto se debe evitar la acumulación de agua en recipientes al aire libre, cubrir tanques y depósitos de agua para mantener alejados a los mosquitos, no acumular basura y tirar la basura en bolsas de plástico cerradas. También es importante usar repelente de modo regular y optar por ropa que reduzca al mínimo la exposición cutánea a los mosquitos.
Algunos de los síntomas del dengue pueden confundirse con otros cuadros médicos, por eso, ante el primer síntoma o malestar, ¡consultes a tu médico de confianza!