Tips para mantener tu cuerpo hidratado
El verano se acerca, las temperaturas empiezan a subir y mantenerse hidratados se vuelve crucial. Si bien una correcta hidratación es fundamental durante todo el año, en primavera-verano se vuelve más importante porque las temperaturas elevadas nos hacen perder más líquidos y nos predisponen a los golpes de calor.
El agua es esencial para el cuerpo. Y aun así a veces nos resulta poco común consumirla. Todo en el cuerpo depende de una buena hidratación: desde el funcionamiento de los órganos hasta el equilibrio hormonal. La piel, el pelo, el cerebro, la energía y la digestión son solo algunos de los aspectos que se ven directamente deteriorados cuando nos falta consumir líquidos.
En esta nota, todos los tips para mantener una buena hidratación:
No esperes a tener sed para tomar líquido, lo ideal es mantener un buen nivel de hidratación en forma constante. El cuerpo humano empieza a deshidratarse antes de tener sed, así que si procurás beber antes de sentirla tu cuerpo te lo va a agradecer.
Lo ideal es consumir entre 2 y 3 litros de agua de manera continua, en pequeñas cantidades y, de ser posible, a temperatura ambiente. Sí, puede parecer mucho, pero si bebés de forma constante y en pequeñas cantidades en el transcurso del día lo vas a cumplir sin problemas.
Si hacés actividad física, aumentá la cantidad de líquido que consumís en el día.
Una buena estrategia es tener siempre una botella con agua a mano, así tendrás un recordatorio constante de que tenés que hidratarte.
Trata de no consumir bebidas alcohólicas que favorecen la deshidratación por efecto diurético, como por ejemplo, la cerveza o bebidas carbonatas, como las gaseosas.
Mantené una alimentación saludable. Por supuesto, el agua es la primera y la más evidente fuente de hidratación, pero hay algunas frutas y verduras que podemos consumir para mantenernos hidratados. Una dieta sana y rica en agua va a favorecer a tu hidratación y también tu salud.
Si no sos muy fan del agua, probá con otras bebidas que hidratan de igual manera, pero con sabor. ¿Cuáles? Infusiones como té o mate cocido, jugo de frutas, limonada, ¡y el mate!
Si hasta ahora no acostumbrabas a tomar agua de modo regular, la recomendación es que lo vayas incorporando de manera gradual. Aquellas pequeñas decisiones que vamos tomando día a día son las que marcan la diferencia a largo plazo.