VOLVER AL TRABAJO DESPUÉS DE LA CUARENTENA: 5 CLAVES PARA CUIDARNOS

A partir de marzo, repentinamente, comenzaste a trabajar desde casa. Al principio fue complicado, pero con el tiempo, todo se acomodó. Lograste armar nuevamente una rutina, aprendiste a tomar descansos y respetar los horarios de trabajo. Te acostumbraste por completo al home office, pero ahora… ¡llegó el momento de volver!

Y claro, es posible que surjan muchos interrogantes: ¿cómo serán los puestos de trabajo? ¿Durante toda la jornada se usarán barbijos? ¿Qué ocurrirá con las reuniones de equipo? ¿Cómo cuidarse?

No debemos olvidar que la Covid-19 es una enfermedad que se transmite por vía respiratoria y contacto con las superficies contaminadas. En función de esto, cada organización, de acuerdo con lo dispuesto por el Gobierno Nacional, diseñó estrictos protocolos para la vuelta al trabajo. Pero, como es de esperarse, todo protocolo requiere que cada uno aporte su “granito de arena” para hacer del trabajo un lugar seguro.

A continuación, te contamos cuáles son las recomendaciones más importantes para evitar la propagación del virus y por qué.

1.   Participá conscientemente de las jornadas de capacitación y leé con atención los mensajes institucionales relacionados con las medidas de seguridad

Durante todo este tiempo aprendimos a lavarnos las manos por más de 20 segundos, llevar alcohol en gel en el bolsillo y no olvidarnos el barbijo antes de salir. Pero, más allá de que tengamos incorporados algunos hábitos, es importante que prestemos atención a las nuevas medidas dispuestas por la organización. Por ejemplo, es posible que las salas de reuniones no puedan ser muy recurridas o que el almuerzo sea por turnos.

2.   Usá barbijo

Durante toda la jornada de trabajo, es necesario que uses el barbijo. Como dijimos al comienzo, estamos ante una enfermedad que se transmite por vía respiratoria. Esto quiere decir que la principal vía de transmisión son las microgotas respiratorias que se expulsan al hablar, estornudar o toser. Por ejemplo, si estornudamos, el barbijo contiene esas microgotas y evita que se dispersen y lleguen a otras personas.

3.   Respetá la distancia entre tus compañeros de trabajo

Volvamos al ejemplo anterior: una persona que estornuda. Científicamente, no es posible asegurar exactamente cuántos metros pueden “viajar” las microgotas que se expulsan. Pero sí se sabe que, a mayor distancia, menores son las probabilidades de que las microgotas lleguen a otra persona. En este sentido, la distancia recomendada es de 2 metros entre personas. Por ejemplo, si trabajás en una oficina, cada uno deberá estar sentado escritorio de por medio.

4.   Lavate las manos frecuentemente y mantené desinfectado tu espacio de trabajo

La mayoría de las personas, usualmente, nos tocamos la nariz, los ojos o la boca casi sin darnos cuenta. Y, justamente, en ese contacto, podemos contagiarnos. Además, si las manos no están limpias, podemos trasmitir el virus a otros objetos que tocamos. Sin dudas, entonces, mantener las manos limpias es una de las mejores medidas para cuidarnos y cuidar a los demás.  Seguramente, muchas veces escuchaste o leíste cuál es la forma correcta de lavarte las manos, pero no está demás un repaso. En este video, la Organización Mundial de la Salud lo explica muy brevemente. Además, procurá mantener limpio y desinfectado el espacio en donde trabajes y los elementos que utilices. Recordá que podés usar alcohol en gel o alcohol líquido al 70 %.

 

5.   Evitá utilizar artefactos de uso común

Es común encontrar varios artefactos de uso común en los espacios de trabajo, por ejemplo, la pava, el microondas, la heladera, el dispenser de agua, etc. Por razones obvias, en ocasiones, no es posible prescindir de estos elementos (por ejemplo, si te llevás la comida al trabajo, quizás necesites calentarla). Pero no olvides lo que dijimos en el punto anterior: las manos son una de las principales vías de contagio del virus. Entonces, es importante que te desinfectes las manos y la superficie antes y después de utilizarlos, y que evites compartir mate, vasos, cubiertos. 

 Por último, te recordamos que tenés que tomar esta situación con calma, ¡pero sin bajar la guardia!

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